Hace unos días os hablé de cómo fue mi experiencia al dar a luz en plena pandemia de Coronavirus, de cómo fueron esas últimas horas en casa antes de salir hacia el hospital y todo lo que ocurrió durante y después del parto.
Prácticamente cada día recibo mensajes de mujeres embarazadas que me cuentan lo nerviosas que se sienten y la angustia que les genera esta situación, al mismo tiempo que me describen ese gran deseo que tienen por conocer de una vez al bebé que han estado gestando en su vientre durante 9 largos meses. Infinidad de emociones y de sentimientos encontrados, a los que hemos de sumar la carga hormonal propia del embarazo. Este carrusel de emociones puede resultar difícil de digerir y jugarnos malas pasadas, por todo ello, tanto como madre como por enfermera me siento en el deber de ayudaros. Me gustaría que todas esas mujeres se quedaran con este mensaje grabado a fuego «no permitas que este virus se apodere de este momento tan especial para vosotras, no permitas que os robe este momento tan mágico y único”.
Si tuviese que elaborar una lista de consejos para afrontar las últimas semanas de embarazo en pandemia seria la siguiente:
Así es como he afrontado y vivido la recta final de mi embarazo, así he podido disfrutar de esos últimos días en compañía de los míos, de esas últimas pataditas que tanto echo ahora de menos, y del momento de dar a luz a mi bebé. Entiendo que puede resultar difícil relajarse en el estado de alarma que vivimos, pero creedme, si lo intentáis se puede, ¡todo depende de vosotras!
¿Cómo estáis viviendo vuestra recta final? Y para las no embarazadas, ¿Cómo estáis viviendo este confinamiento?
]]>Debido a esta pandemia que estamos viviendo han cambiado muchos protocolos de actuación en los hospitales, incluso en el área de maternidad, por lo que se han restringido todo tipo de visitas a pacientes ingresados y bebés recién nacidos. Incluso en algunos centros se ha prohibido la presencia del padre de esos bebés durante el parto, haciendo que muchas mujeres tengan que dar a luz solas. Cuando se aplicaron estas medida, pregunté en mi hospital que protocolo habían fijado y me informaron de que el papá podría permanecer todo el tiempo conmigo, pero que no se permitían ningún tipo visitas.
Al recibir esa información la primera persona que me vino a la cabeza fue mi madre, me parecía muy injusto tanto para ella como para mi hija privarles de ese encuentro. Por esta razón pasé las semanas previas al nacimiento de India pensado en cómo podía darle la vuelta a la tortilla, en qué podía hacer para que un momento amargo se convirtiera en algo especial que mi madre nunca pudiera olvidar. Un día estando en casa mirando por la ventana pensé, «a través del cristal de la ventana, así la conocerás».
Finalmente la tarde del 24 de Marzo me puse de parto y di a luz a mi pequeña el día 25 a las 00.17h tras un parto natural como siempre había deseado. Mi hija India vino al mundo sin que nadie de la familia lo supiera, a excepción de mis suegros que se hicieron cargo de mis gemelos. La decisión de no informar a nadie de que me había puesto de parto formaba parte del plan para sorprender a mi madre, y además de este modo le evitaba el mal trago y la preocupación de no poder estar conmigo durante esos momentos.
A las 24h de dar a luz nos dieron el alta precoz, y de camino a casa llamé a mi madre para decirle que bajara un momento a la puerta de su casa ya que tenia algo que darle, ¡se acercaba el momento de la gran sorpresa! Ella, ajena a todo lo que estaba apunto de ocurrir, bajó con su mascarilla de protección, me sonrió a lo lejos y al acercarse y mirar detenidamente a través de la ventana del coche se quedó casi sin respiración… ¡no podía creer lo que estaba viendo! Ahí acurrucadita la esperaba su preciosa nieta con apenas unas horas de vida. Imaginaos su reacción, mucho mejor, os invito a que lo podáis comprobar vosotras mismas en mi post, os aseguro que ese video no os dejará indiferentes.
Si os soy sincera, no estaba muy convencida de hacer la publicación de aquel momento, no tanto por el vídeo o el texto, sino por el qué dirán. Os puedo asegurar que tomamos todas las medidas de seguridad necesarias para hacer que ese breve encuentro fuera lo más seguro posible para todos, pero en especial para la bebé que apenas tenía unas pocas horas de vida. Aquel momento fue tan sumamente emotivo que me dejó sin palabras, el nudo en la garganta me impedía hablar, apenas pude articular 2 frases con la voz completamente rota. Es por ello que decidí dedicarle a mi madre el post del que os estoy hablando acompañado de aquellas palabras que no pude compartir con ella:
A la mañana siguiente de hacer público aquel video, mientras desayunaba miré mi correo como suelo hacer cada dia y esta vez la sorprendida fui yo. Tenia media docena de emails para concertar entrevistas telefónicas y videollamadas de todas las cadenas de televisión, varias llamadas perdidas, decenas de mensajes de amigos y conocidos diciéndome que habían visto mi publicación en los medios de comunicación… ¡el post se había vuelto completamente viral en tan solo una noche!
Cuando me di cuenta de la dimensión que había adquirido esa publicación lo primero que hice fue llamar a mi madre y contarle lo que había ocurrido ya que ella me había dicho que le daba vergüenza que la sacara en IG e imaginaos… ¡ahora el vídeo estaba apareciendo por todas partes! Ella se lo tomó con mucho humor, como siempre, por lo que después de colgar ya me quedé mucho más tranquila y pude gestionar todas las solicitudes que me fueron llegando.
Los días posteriores a la publicación de aquel video fueron de locos, ¡no os voy a engañar! Pude hablar con Susana Griso de Espejo Público, Joaquín Prat de Cuatro al día, entre muchos otros programas y medios de comunicación que me lo solicitaron. De la misma forma mantube conversaciones con decenas de mujeres que se encontraban en mi misma situación al tener que dar a luz en las siguientes semanas. Todas ellas me daban las gracias por haberles dado un hilo de esperanza y hacerles ver que era posible conocer a los abuelos en cuarentena.
Me quedo con eso, con todas esas palabras de agradecimiento, esos miles de mensajes recibidos llenos de cariño, me quedo con el buen sabor de boca de saber que he podido ayudar a muchas futuras mamás a afrontar la llegada de su hijo con la ilusión de saber que SÍ podrán tener ese momento con los abuelos de forma segura, y sobretodo me quedo con el recuerdo imborrable de esa primera mirada entre abuela y nieta.
En definitiva, a pesar de la grave situación que vivimos y de las estrictas medidas de seguridad que debemos seguir para evitar la propagación del virus, creo que es posible que los nietos puedan conocer a los abuelos durante la cuarentena, aunque solo sea un breve momento, siempre y cuando se haga con conciencia y anteponiendo la seguridad al deseo.
¿Conocéis a alguien que haya pasado por esta situación?
Hace pocos meses el Coronavirus era una enfermedad totalmente desconocida para todos y cada uno de nosotros y es por ello que hay muy poca bibliografía sobre el COVID-19. Hasta el momento no hay evidencia científica de que haya transmisión vertical de este virus de madre a hijo, es decir, contagios a través de la placenta de una madre portadora del virus hacía su bebé. De todos modos, como os decía, precisamente por la escasa experiencia que se tiene con este virus es de suma importancia para evitar contagios seguir al pie de la letra una serie de directrices médicas con el objetivo de proteger tanto a nuestro bebé como a nosotras mismas. Tenemos que aplicar todas las medidas que tenemos a nuestro alcance para protegernos, ya sea mediante el uso de guantes y mascarillas, lavado frecuente de manos, así como respetar la distancia de seguridad con otras personas.
Dejadme que os cuente cómo fue mi experiencia al dar a luz en plena pandemia. El pasado martes día 24 de marzo me puse de parto sobre las 6 de la tarde. Intenté aguantar todo el tiempo que pude en casa para evitar estar horas innecesarias en el hospital y así prevenir cualquier posible contagio. Sobre las 10 de la noche decidí que era el momento de ir al hospital, sentía que mis contracciones se presentaban de forma rítmica y bastante seguidas. Me duché, me vestí y salimos hacia el hospital, eso si, no sin antes colocarnos nuestros guantes y mascarilla. Al llegar al hospital todo el personal sanitario del área de maternidad estaba correctamente protegido con mascarillas, batas y guantes, tanto para protegernos a nosotras y a nuestros bebés como para protegerse a ellos mismos.
Cuando mi comadrona me exploró, estaba dilatada de 5 cm, ¡por lo que el parto había comenzado! Desde hacia tiempo que había decidido que quería vivir un parto natural, y así fue. Tras 2 horas de contracciones cada vez más intensas pude traer al mundo a mi hija India (en breve os haré una entrada en el blog para contaros como fue ese parto natural detenidamente, me apetece muchísimo compartirlo con vosotras). Mi marido Roger pudo acompañarme en todo momento, le dejaron cortar el cordón umbilical y permaneció a nuestro lado mientras tanto mi hija como yo disfrutábamos la una de la otra haciendo el piel con piel.
Por culpa de esta pandemia se están empezando a aplicar en la mayoría de hospitales maternales nuevos protocolos como son la restricción de visitas para conocer al recién nacido o el alta precoz a las 24 horas de haber dado a luz si tanto el bebé como la mamá están en perfectas condiciones. Es por esta razón que al día siguiente de nacer India nos fuimos a casa pudiendo disfrutar de la tranquilidad y seguridad de nuestro hogar.
Podéis estar tranquilas, todas las pruebas hospitalarias que se hacen a las 48 horas de vida de un bebé no quedan anuladas, sino que las realizará una comadrona en vuestro domicilio. Os hablo de la prueba del talón, de la medición del nivel de bilirrubina y de la comprobación del peso del bebé. Ella acudirá con todo el material y las medidas de protección necesarias para ofreceros un buen servicio sin que se produzca ningún contagio.
Por todo esto, os puedo decir que mi experiencia personal fue inmejorable y me gustaría terminar esta entrada diciéndoos que disfrutéis de cada momento ya que traer vida al mundo es algo irrepetible. Podréis tener otros partos pero cada uno de ellos será único. No permitáis que un virus os robe ese momento, no consintáis que os impida quedaros con un buen recuerdo de ese momento. Os lo digo de corazón, podéis estar tranquilas, debéis confiar en el personal médico y enfermero que os atenderá llegado el momento. Seguid al pie de la letra las medidas de asepsia recomendadas y sobretodo mamis: ¡disfrutad del parto porque va a ser un momento mágico!
Y para terminar, si tenéis alguna duda dejadme un comentario que estaré encantada de ayudaros.
]]>El contenido de nuestra bolsa de maternidad va a depender de si dais a luz en un hospital público o en una clínica privada. En el hospital público os facilitarán todo aquello que necesitéis durante vuestro ingreso, desde pañales para el bebé, gasas, compresas, etc., a diferencia de las clínicas privadas que os pedirán que os lo lleváis todo de casa.
A continuación os dejo una lista con las cosas básicas que considero que necesitareis, tanto vosotras, como vuestro bebé. Se admiten todo tipo de sugerencias si creéis que falta algo, ponedlo en comentarios.
¡SOBRA DECIR QUE A LAS QUE COMO A MI OS TOQUE DAR A LUZ EN PLENA PANDEMIA, ES IMPORTANTE AÑADIR UN PAR DE GUANTES Y UNA MASCARILLA QUE LLEVAREIS PUESTA NADA MÁS SALIR DE CASA!
La mascarilla evitará que nos toquemos la cara, nariz y boca de manera involuntaria, evitando así posibles contagios. Los guantes harán que nuestras manos permanezcan limpias, importante cambiarlos si tocamos superficies que pudieran estar contaminadas, puertas, grifos, ascensor…
Y vosotras, ¿ya tenéis lista la maleta de maternidad del hospital?
¡Ah, por cierto! Tanto mi maleta, como el neceser y el porta chupetes es de @betribe_bags_.
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