Aprender a nadar con elementos de flotación

Hay numerosos estudios que demuestran los múltiples beneficios que aporta aprender a nadar a una edad temprana. Es por este motivos que los expertos aconsejan que el primer contacto de nuestros bebés con el agua se haga lo antes posible. Para ello es necesario disponer de toda la ayuda necesaria en cada una de las etapas de nuestros hijos para poder garantizar que este aprendizaje se hace de forma segura y con la máxima seguridad.

En esta entrada me gustaría hablaros de los diferentes elementos de flotación que existen en el mercado para ayudar a vuestros hijos a aprender a nadar. Para ellos me gustaría explicaros cuales de ellos hemos usado, cual hemos acabado eligiendo y el porqué.

Los elementos de flotación

Antes que nada hay que remarcar que los más importante a tener en cuenta cuando un niño está en el agua es que siempre tiene que estar acompañado de un adulto para evitar cualquier situación no deseada. Y es que a pesar de que el niño sepa nadar siempre puede haber un descuido o un exceso de confianza que hay que intentar evitar.

Remarcar también que hay que diferenciar los elementos de flotación de los de elementos hinchables. Estos últimos deben ser usados únicamente con fines recreativos, ya que están hechos con materiales menos duraderos al paso del tiempo y no deben ser considerados nunca como elementos de seguridad.

Dicho esto, los elementos de flotación permiten a los niños aprender a nadar de forma progresiva des de sus primeros meses de vida e ir ganando autonomía poco a poco. Éstos les ayudan a que no se cansen tan rápido y así puedan mantener una buena postura dentro del agua para ir mejorando su técnica. En el mercado encontramos una gran oferta de elementos de flotación, a continuación, os destaco los mas interesante desde de mi punto de vista:

Manguitos

Los manguitos de espuma de polietileno son elemento que se colocan en los brazos y en el que se pueden ir añadiendo o quitando discos en función de las necesidades del bebé y su capacidad para flotar en el agua con ellos. Suelen ser redondos para evitar los roces y aunque pueden resultar muy prácticos para la iniciación no permiten tanta libertad de movimientos como otros sistemas de flotación.

Cinturones

Los cinturones de espuma contienen varios bloques que se pueden ir quitando en función de las habilidades de nuestros pequeños. Su uso se recomienda a partir de los 2 años y permiten completa libertad de movimientos tanto de manos como de pies.

Tablas

Suelen considerarse elementos de flotación complementarios. Normalmente se utilizan para realizar ejercicios dentro del agua y no como elementos independientes que doten de autonomía a nuestros pequeños. Permiten a los bebés ir mejorando poco a poco el control sobre su cuerpo.

Chalecos

Éstos son mis preferidos y los suelen usar los niños que ya pueden mantenerse en pié. Permiten que éstos se muevan con total libertad ya que no restringe el movimiento ni de manos ni de piernas. Después de un pequeño período de adaptación éstos les permitirán que adquieran una postura de idónea para el nado. Hay que tener en cuenta varias cosas para que sean completamente seguros:

• Que cuenten con la certificación que acredite su seguridad
• Deben ser de la talla correcta para que se ajusten a su cuerpo
• Tiene estén hechos de materiales que no absorban el agua como el neopreno
• Deben estar rellenos de espuma
• Que disponga de ajustes anchos y fuertes
• Que dispongan de un arnés para que el chaleco no se salga por la parte de superior

Nuestra elección por los chalecos de flotación

Nosotros siempre hemos querido que nuestros hijos aprendieran a nadar pronto por muchas razonesñ. La primera de todas es porque les encanta el agua, disfrutan como locos estando en contacto con ella, así que pensamos que seria muy beneficioso para ellos iniciarlos pronto en el mundo de la natación, y además de divertirse y ganar seguridad vimos que seria una forma de practicar algo de deporte. Pero sobretodo, creímos que aprender a nadar era algo crucial para la seguridad de nuestros pequeños ya que nos evitaría sustos indeseados.

Por ese motivo, des de que nacieron les hemos ido poniendo en el agua poco a poco, haciendo de este medio algo cercano a ellos. Primero siempre con nosotros, y a partir del primer añito y medio utilizando varios elementos de flotación para que fueran ganando autonomía poco a poco. A los dos años y medio empezamos a utilizar los chalecos de flotación, algo que les dio mucha confianza hasta el punto de atreverse a lanzarse de un salto solos al agua.

Mi consejo si queréis que vuestros hijos empiecen a perder el miedo al agua es que se familiaricen con ella cuanto antes. Como os he comentado antes es muy importante que en todo momento los acompañéis para que sientan confianza y seguridad. Cuando ya sean un poco mayores, debemos asegurarnos de que estén en zonas poco profundas para que vayan empoderándose y pierdan ese miedo a hundirse. Una vez que hayan perdido el miedo al agua, es conveniente enseñarles a meter la cabeza dentro de ella y a sincronizar brazos y piernas con la ayuda de elementos de flotación. A partir de ahí, poco a poco ir dejando que lo intenten solos. ¡Os sorprenderá lo rápido aprenderán!

Y vosotras, ¿a qué edad enseñasteis a vuestros hijos a nadar?

Y por cierto, si estáis interesadas en los chalecos de flotación, os dejo aquí en enlace a la web de Tutete en la que tienen modelos muy chulos: https://www.tutete.com/tienda/es/571_verano/576_chalecos-flotador. En concreto el que están utilizando los repes este verano es el modelo Monnëka: https://www.tutete.com/tienda/es/571_verano/576_chalecos-flotador/40288_chaleco-flotador-aprendizaje-lollipop-mostaza.html